Arquitectura en la Revolución

     La arquitectura cubana entra en una época donde se interrumpe el desarrollo urbanístico de La Habana y se inicia un proceso de configuración de nuevos asentamientos campesinos que promueven una urbanización de bajo costo para cubrir la gran demanda de viviendas.
     En sentido general las construcciones de este primer período (1959-1969) están caracterizadas por la simplicidad formal y constructiva, la búsqueda de soluciones técnicas de fácil ejecución y la ligereza o escaso peso. La fuerte influencia soviética trae su obsesión por la simetría y el ahorro del espacio, se difunden las cáscaras, las placas de cubierta aligerada, los paraboloides hiperbólicos y en los inicios de la prefabricación, las losas folded-plates para cubrir grandes espacios sociales, el sistema Sandino se usa, sobre todo en viviendas rurales.

Habana del Este, Reparto Camilo Cienfuegos

     En el segundo período (1969-1979), el prefabricado alcanza la generalidad de los temas arquitectónicos, hoteles, escuelas, hospitales, viviendas, etc. Surgen nuevos barrios y crecen los que habían surgido en el período anterior con más recursos para invertir, pero con las mismas características del primer período.

Escuela al Campo

     En el tercer período (1979-1989) se empieza a ver una preocupación por el aspecto formal y el rescate de los valores culturales de la identidad cubana, se cuida la inserción armoniosa en el entorno y el respeto al patrimonio arquitectónico y urbanístico. Los códigos del modernismo funcional y el postmodernismo resurgen en Cuba como un espejismo, a veces tan frágil que se deshacen en el intento, pero que avizoran lo que en los últimos años del siglo XX y el principio del XXI ya es un desafío.

Hospital Hermanos Amejeiras

     Después del derrumbe de la URSS, y con el boom turístico de los 90's, la construcción de modernos hoteles funcionales aumenta radicalmente. Los nuevos hoteles reflejan una fuerte influencia de la arquitectura occidental más contemporánea, con imponentes edificios de acero y vidrio, imitando las fachadas típicas de los rascacielos. Los ejemplos más notorios son el Meliá Cohiba y el Hotel Oasis Panorama.

Hotel Melia Cohiba

     La arquitectura cubana es la que en la actualidad y a lo lago de la historia se ha extendido en el territorio de Cuba y el desarrollo urbanístico de las ciudades cubanas, donde, como monumento perpetuo, se encuentra el crisol en el que se maceró la identidad nacional. Varios centros históricos coloniales cubanos son Patrimonio de la humanidad, estos se destacan por sus valores culturales y funcionales. Las ciudades modernas en Cuba, muestran influencias de las mayores y más importantes corrientes arquitectónicas del mundo.

Ordenamiento y cultura urbanística

       La ordenación del territorio y sus instrumentos de planificación urbana y regional, son una excelente herramienta para avanzar en el camino de la sostenibilidad, por tanto, hay que entender el territorio como un elemento clave del desarrollo de las regiones, donde se debe compatibilizar el impulso de la actividad económica, con la mejora de la calidad de vida y la protección del medio ambiente.

      En Cuba, el ordenamiento urbanístico es una normativa, con fuerza de ley, que regula el uso del territorio, definiendo los usos posibles para las diversas áreas en que se ha dividido el territorio, ya sea: el país como un todo, o una división administrativa del mismo, el cual se debe cumplir y muchos individuos violan de manera indiscriminada.
     Cuba y sus ciudades se expanden, no con lo velocidad requerida. Crecen las casas y nacen nuevos barrios. La población busca solucionar sus problemas habitacionales cómo puede sin tener cuenta que muchas veces estas acciones que afean el entorno.
     En cada uno de los territorios del país se actualizan los planes de urbanización en los cuales coinciden intereses gubernamentales, personales, económicos, sociales, culturales y patrimoniales. El ordenamiento urbano orientado a un área urbanizada, en la medida que involucra la toma de decisiones concertadas de los factores sociales, económicos, políticos y técnicos, para la ocupación ordenada y uso sostenible del territorio.
Asimismo, es un proceso técnico administrativo porque orienta la regulación y promoción de la localización y desarrollo de los asentamientos humanos, de las actividades económicas, sociales y el desarrollo físico espacial.